En la Feria Internacional del Libro me contacté con alguien que sabe muchísimo del tema de Medio Ambiente, cuestión que preocupa a los ciudadanos de 1ro 1ra turno, mañana. Los invito a leer los artículos que me envía Antonio Elio Brailosvky (pasen, lean, reflexionen y comenten)
Queridos amigos:
Como ustedes saben, el más importante de los temas ambientales es el agua. La contaminación no es sólo un daño a los recursos naturales sino también una amenaza física contra nosotros mismos. Somos agua en un 70 por ciento de nuestro cuerpo y lo que le pase al agua tarde o temprano nos va a pasar a nosotros.
Sin embargo, la globalización ha representado una seria amenaza para el abastecimiento de agua a muchas comunidades. La ideología de que todo debe ser reducido a dinero a llevar a privatizar los servicios de abastecimiento de agua potable en numerosas ciudades. Como resultado, el servicio se ha encarecido y cientos de miles de personas en América Latina han sido desconectadas por no poder pagarlo.
De este modo, se ha desconocido la característica esencial de ese servicio, que lo diferencia de cualquier otro, Y es que cuando los teléfonos funcionan mal, la gente se enoja. Pero cuando el agua funciona mal, la gente se muere. Esto hace que tener teléfono no sea un derecho humano, pero sí lo es tener agua.
Por supuesto, el conflicto se da entre quienes piensan el agua como negocio privado y quienes la piensan como derecho humano, con todas las implicancias de ambas posturas…
Un gran abrazo a todos.
Antonio Elio Brailovsky
¿Qué opinan del agua como derecho humano? Estoy ansionsa por leer lo que opinan Uds. y sus flias.
“CORONEL ROSALES Y EL MAR” EXPOSICIÓN 2019
Hace 5 años
Hola Luján y chicos!!! En primer lugar, los felicito por el blog y sobretodo por el interés, y ocupación que ponen de manifiesto respecto de las temáicas medioambientales.Con una profe como Luján lo bueno es que las cuestiones relevantes siempre son un buen pretexto para pensar y comprometerse.
ResponderEliminarComo este es un tema sumamente interesante y que ha dado y seguirá dando mucha tela para cortar, les dejo un texto que me parece muy lindo. Espero que a Uds. les parezca lo mismo. Saludos y felicitaciones!!!María José
"Llévense la botella"
Por Mex Urtizberea
A la orilla del río Quilpo, en Córdoba, un hombre toma una gaseosa en su loneta, junto con su esposa.
La toma mirando el paisaje. No son del lugar: están de vacaciones.
Mira el paisaje y le comenta a su esposa algo sobre el placer de estar allí tendido, entre las sierras, frente al río.
Ella asiente, dice no sé qué cosa sobre el aire que se respira. De pronto respira hondo, se ve que para confirmar que allí la naturaleza sólo tiene para dar buenas noticias. Lo invita al marido a respirar a conciencia. El comparte la sensación de bienestar y le acerca la botella de gaseosa.
Ella toma y mira el paisaje. Hay pájaros que cantan. El río también susurra lo suyo cuando roza las piedras. Las piedras están allí, generosas, para quien quiera sentarse y dejar los pies en remojo, y el resto es verde para los ojos, verde y desinteresado, gratis el espectáculo de la naturaleza, su aire y el río.
El matrimonio se mete, se zambulle. Antes de hacerlo, dieron un último trago a la gaseosa. Quedó vacía la botella de litro y medio.
Nadan un poco. Ya frescos por el baño, organizan la retirada. El sol está cayendo.
Sacuden la loneta, se ponen las ojotas, ella revuelve el bolso para buscar la llave del coche. La botella de gaseosa es de plástico, está vacía y espera sobre el pasto. El recoge su gorra, sus anteojos de sol, un protector solar. La botella espera. Guardan la loneta y ya se han ido.
La botella de gaseosa, vacía, de litro y medio quedó tirada.
Ahí tirada.
Por supuesto, no se va a romper el ecosistema por una botella tirada; no se va a arruinar el río para siempre, ni se va a extinguir alguna especie animal. No cambiará el clima por ella ni se inundarán los pueblos aledaños. Nada se modificará sustancialmente en la naturaleza; nada grave sucederá, porque un hombre o una mujer no recogió para arrojarla a algún cesto la botella de la que bebió, mientras disfrutaba de un río amable, de un paisaje idílico, de un aire bondadoso.
Nada pasará.
Pero qué desagradecidos.
Más tarde voy a enterarme de pequeñas historias que son reparadoras: un grupo de seis o siete amigos, habitantes de San Marcos Sierras, llevan, motu proprio, sin que nadie se los haya pedido ni que se les pague por esto, bolsas de residuos de consorcio cuando hacen sus paseos por la quebrada, para ir recogiendo la basura que dejan tirada los turistas y así cuidar a la naturaleza de los desagradecidos; en Puerto Madryn, un grupo de buzos se organiza por su cuenta cada determinado período de tiempo para sacar del fondo del mar la basura que tiran los que están en los barcos.
De estos gestos debe estar agradecida la naturaleza, que parece ser tan de todos y tan de nadie.